20.11.08

Nuestro malEstado


La semana pasada una carta de lectores del diario La Nación afirmaba que, "no es que los argentinos estamos como queremos, sino como quieren nuestros gobernantes... en mal estado". Es interesante replantearse si en realidad todo es culpa de los gobernantes o si nosotros, como ciudadanos, ejercemos nuestro derecho de estar "en buen estado".
Los gobernantes pretenden que seamos ignorantes e incultos; de esta manera pasar una valija con muchos dólares de forma ilegal por la aduana es muy posible, y que la sociedad se olvide del hecho pocos meses después, también. Callar ante cada cuestionamiento del INDEC -que denota mentira y falta de respeto hacia la sociedad-, es objetivo de los gobernantes y fruto de nuestra desatención. Es, de todos modos, intención de nuestros dirigentes cubrir toda falencia y acto corrupto con un sinfín de discursos ambiguos.
El Estado no educa a las nuevas generaciones, mantiene ignorantes a aquellos que quieren aprender y callados a quienes pueden levantar la voz (no sólo para protestar, sino también para aportar nuevas ideas o soluciones), de esta manera, la sociedad argentina suele olvidarse en el mes de la elecciones las penurias que pasa durante todo el año. Exigimos educación, salud, seguridad y justicia, queremos progresar, pero: ¿luchamos y trabajamos por y para eso? Si entendemos que sin educación no hay progreso, podremos comenzar a pensar un país en serio.
Ahora bien, ¿Es culpa de los gobernantes que no reclamemos por justicia?. No, no es culpa de ellos que seamos una sociedad amnésica, egoísta y que, día tras día, elija el camino más corto y fácil. Seamos autocríticos, concientes... reconozcamos que nos gusta ser "el dedo acusador" y echarle la culpa a los demás. Esa actitud nunca nos va a solucionar nada, todos, desde políticos hasta ciudadanos somos culpables de nuestro presente.
Si comenzamos a hacer respetar nuestros derechos, a criticar menos y ayudar más. En definitiva a querer nuestro país y a ser honestos, poco a poco iremos creciendo y, por consiguiente, mejorando en conjunto. Porque si algo está en mal estado... es porque se lo abandonó.

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