28.9.09

Una IDEA


En unos días la selección (y toda Argentina) juega más que sus chances para clasificar a Sudáfrica 10. Mucho se habla de la capacidad de Maradona, del compromiso de los jugadores, de los que no tienen que estar más y aquellos que sí, de que la cancha de River esto y la de Central aquello. Se habla de quien arma las listas, de las internas, de como se juega (a nada) y de los resultados que necesita la selección para llegar al repechaje.
Más allá de todo eso, lo más preocupante es la indefinición de su juego, de un estilo definido. En definitiva, de UNA IDENTIDAD. Argentina (como su país) no sabe a que juega, porque no sabe lo que es ni lo que quiere. Para ganar los partidos que quedan rezamos para que un rayo ilumine a los jugadores y nos den la ansiada clasificación, en lugar de pensar, buscar, y porque no, preguntarse, como puede rodearse y aprender un técnico, que, claro está, nociones tácticas y estratégicas no tiene.
Hoy lo incomprensible de esta selección es que los 11 que entren a la cancha no puedan pasarse la pelota, al menos, más de dos veces seguidas. Y el problema no viene con solo con Maradona, hace rato que Argentina no sabe que es, no impone respeto cuando entra a la cancha y cualquier equipo se le retoba. Desde la salida de Bielsa nunca más mantuvo (o mejor dicho, tuvo) una característica que lo defina como equipo. Algo hubo con Pekerman -en el Mundial de Alemania- y poco con Basile -apenas en la Copa América, perdida a manos de Brasil.
Ninguna línea del equipo tiene un rol definido; no se sabe si se defiende con 3, 4 o 5. Si hay un 5 o dos... o tres. Un día los volantes juegan de carrileros, otro de no. Si los volantes desbordan, tiran centro para chiquitos de un metro 65, o tienen que enganchar porque tienen la pierna cambianda. No hay un referente de área, y si lo hay, es un jugador no acostumbrado a la posición. En ataque se usan dos puntas, otras uno, a veces un organizador (el viejo 10) con dos arriba. Todo es una salsa pero si gusto alguno. ¡Cómo si faltaran ingredientes para hacerla sabrosa!.
Hace rato que en los once titular hay algún jugador que no es natural al puesto que juega. Ubicar a once jugadores que jueguen en su posición habitual facilita la ejecución de la táctica y estrategia. Con los jugadores que el técnico elija y de la manera que él quiera, lo que necesita Argentina para su futuro es pensar, ejecutar y mantener una idea de juego. Sólo cuando repita una manera de jugar y así, mediante la repetición, logre una identidad, podremos discutir si lo mejor que podía hacer Maradona en los días previos a estas finales, era irse a un spa.

No hay comentarios: