3.7.10

Cosas que pasan en mi barrio

Dos señoras esperan ser atendidas en una verdulería. Mientras lo hacen comienzan a cuchichear por lo bajo porque sólo una persona atiende, mientras la otra empleada acomoda manzanas en un cajón. Ellas no son las siguientes en la fila... hay una persona más, por lo que cada segundo sin atenderlas pesa como horas en estas apuradas damas. Ya no sólo comentan lo sucedido, sino que critican (sobre todo a la empleada que acomoda mercadería, y más bajo en el tono aún) y también, porque no, comentan lo mal que está todo, tanto en una verdulería, como en la carnicería, en la estación de trenes, en el país y en el mundo.
Minutos después, una de estas dos mujeres va a la panadería; "cuanto sale el kilo d pan", pregunta. "5 pesos señora", "aaa... entonces dame 2 70 q es todo lo q tengo".

Al poco tiempo en un almacén, una persona espera un vuelto: "T puedo dar 15 centavos en caramelos", pregunta el almacenero, "eee... bue... a ver q tenés..." (¡¡¡son dos caramelos a los sumo!!! ¿q tiene q pensar?), "eee... t gustan estos...", "mmm... los d abajo, ¿de que son?", "tipo mantecol, ¿ta bien?..."... "eee... si, y dame uno y uno... el abajo... ese"... "tomá", "gracias, chau chau".
Estas son cosas que pasan en cualquier barrio, panadería, verdulería o almacén, donde podemos ver, como cuando yo espero, soy único y mi tiempo vale mucha plata, más de la que te voy a pagar por el kilo de papa, que de por sí, lo tenés caro. Donde si se que tengo sólo $2,70 para comprar pan, pregunto por el precio del kilo, porque quizá me hagan descuento o a lo mejor, la vendedora se equivoque. En un barrio donde el vuelto de 15 centavos en caramelos va a ir a parar al bolsillo del pantalón, hasta olvidarme de que los tengo, pero no me importa porque quiero elegir yo el vuelto, porque no me das monedas y porque si las tuviera no te las daría.
Cosas que pasan en el barrio... nada más.

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